Transparencia en licitaciones y compliance: Oportunidad y realidad

La transparencia en licitaciones o en cualquier tipo de transacción crucial son prácticas que reflejan ética empresarial y cumplimiento, son conceptos que hoy se escuchan a diario. ¿Pero qué implican estos procesos realmente? Bajo nuestra mirada, la primera decisión interna es un correcto trabajo en Compliance.

¿Por qué implementarlo?

Toda organización debe velar -como mínimo- por el cumplimiento normativo de su ejercicio. Asimismo, garantizar que en todos sus procedimientos estén éticamente realizados, esto a través de la ejecución de políticas transparentes y sostenibles.

La implementación de buenas prácticas de Compliance previene y evita conflictos, ya sean delitos financieros, malas conductas, negligencias, entre otros. Su delicada ejecución otorga una oportunidad de desarrollo e identificación de riesgos operativos y legales a los que todos los negocios se enfrentan diariamente y de esta manera se pueden establecer mecanismos internos de prevención, gestión, control y reacción frente a los mismos.

Según World Compliance Association, existen distintas ventajas, ya sea desde la Organización, los Clientes y el Mercado.

Para la organización, ayuda en la reducción de la responsabilidad legal y penal de las empresas en muchos países al demostrar que disponen de los medios y sistemáticas adecuadas en la gestión del Compliance. Facilita la detección de malas praxis de directivos y empleados, mejora de la reputación e imagen de la organización, aumentando el valor de la compañía, entre otras.

Para los clientes ayuda a identificar a aquellas organizaciones que buscan desarrollar sus actividades en un escenario de cumplimiento y buen gobierno corporativo. Permite trabajar con proveedores no expuestos a riesgos que puedan comprometer su imagen de marca. Reduce los riesgos al operar en mercados extranjeros y aporta gran seguridad al evidenciar, mediante evaluaciones externas, que la empresa cumple con los requisitos establecidos en los estándares. Por ejemplo, aplicando transparencia en sus licitaciones.

Y para el mercado, favorece en ética y transparencia. Disminuye la incertidumbre en las transacciones comerciales, genera confianza en las instituciones y contribuye a la igualdad y justicia social.