Atravesamos una etapa de transformación digital que desafía la manera en que se conducen todos los aspectos de los negocios. Especialmente las empresas licitadoras. En este contexto, las implicancias para las áreas Legales, de Cumplimiento y de Auditoría Interna son significativas.
La proliferación de las tecnologías digitales dificulta la protección de la privacidad de datos en un momento en que los datos de clientes y empleados están experimentando la mayor expansión de su historia. A raíz de los recientes casos de robos de datos a gran escala y de la creciente preocupación de los consumidores por la privacidad de su información, las empresas licitadoras enfrentan mayores desafíos.
Es probable que los modelos de negocio estén más expuestos a ciberamenazas y ransomware. En los últimos dos años, se han multiplicado los ciberataques. Una campaña mundial de ransomware ha llegado a afectar a 45 países. La buena noticia es que los avances en tecnología, particularmente en inteligencia artificial, machine learning y automatización, pueden ser utilizados para frenar estas amenazas.
La incorporación del análisis forense de datos (FDA por sus siglas en inglés) a la estrategia digital de las empresas licitadoras, ofrece la oportunidad de identificar señales de alerta y mejorar la transparencia.
En este contexto de transformación digital las evaluaciones de riesgos tradicionales están obsoletas. También lo están las políticas, procedimientos y controles anticuados. Estos reducen la utilidad del análisis de datos y la ayuda real para los colaboradores. Lo que es peor, generan brechas y oportunidades para que empleados deshonestos aprovechen esos vacíos con la intención de cometer fraude, robo de datos u otros actos ilegales.
En este escenario, un enfoque de compliance proactivo resulta clave. Este debe abordar riesgos de corrupción y soborno, Libre Competencia, Lavado de Activos, Fraude y Privacidad y protección de datos. Si esto no se consigue, la compañía quedaría expuesta a posibles sanciones regulatorias y pérdida de confianza por parte de sus grupos de interés.
Hoy más que nunca, para implementar un modelo de Compliance que cumpla con las exigencias de negocio, requiere un fuerte compromiso del Directorio. Es crucial el liderazgo de la gerencia y una asignación adecuada de recursos para realizar evaluación de riesgos y controles. Así se podrán establecer estándares éticos, contar con líneas de comunicación abiertas, capacitar al personal, responder adecuadamente a denuncias y monitorear proactivamente a través de herramientas analíticas.
Artículo escrito por EY.
8 septiembre, 2021 | 4mins